miércoles, 19 de diciembre de 2012

A vueltas con el fin del mundo


¿En qué consiste exactamente la predicción de que el mundo acabara el 21 de diciembre? Un choque de planetas, reversión geomagnética, tormentas solares, erupciones volcánicas...? o como dice la New Age, una transformación en la población, un cambio espiritual, que diera paso a una nueva era?
¿Y si tu fin del mundo se adelanta? no lo habían previsto los mayas, ni los tarotistas, ni los videntes...
Pero y si un día te levantas y el mundo en el que vivías ya no existe? todo aquello en lo que creías deja de existir, de golpe. El mismo escenario, pero los personajes tan distintos que sólo se parecen a los anteriores en su físico. Aquel lugar en el que te sentías tan seguro, el único donde eras tú 100% sin reservas, el más privado de tus rincones, aquellas paredes de piedra gruesa y silenciosa, son ahora de cartón piedra, pintura acrílica y trampantojos, te sientes Truman.

No creo que haya que preguntarse Por qué ocurren las cosas, sino Para qué. Mientras el primero nos crea impotencia y frustración, el segundo nos permite ver lo sucedido como una oportunidad, la vida es un constante aprendizaje, hay situaciones muy duras, duras, menos duras... pero de todas se debe extraer una enseñanza que nos ayude a avanzar y crecer.
Creo firmemente en la teoría de la sincronicidad. Para elaborarla, Carl Jung se inspiró en el tratado de Schopenhäuer," La intencionalidad aparente en el destino del individuo", lo que liga un acontecimiento con otro estaría relacionado con el significado del evento para el sujeto y su condición psíquica en el momento en que experimenta ambos acontecimientos simultáneos, la existencia de un significado subjetivo común que inevitablemente interpreta el sujeto que la experimenta. Y que va más allá del principio de la causa-efecto.
Estabas pasando por momentos de cambios, dicen que es cuando más suceden las sincronicidades, situaciones, conversaciones, encuentros... eso que llamamos señales, sin aparente conexión entre ellas, que te iban tejiendo una red invisible, te proporcionaban respuestas que te hacían avanzar. Estabas teniendo muchas, pero fue aquella, sólo una semana antes, la conversación con aquel desconocido... sentiste desde el principio que sería importante en el devenir de los acontecimientos, abrió puertas en tu mente y allí estaban muchas de las respuestas que habías estado buscando. Probablemente no sepa el valor de aquella conversación.
Te hizo reafirmarte, sentirte más fuerte y preparada para lo que pudiera suceder... aunque nunca se está del todo preparado para cosas que tu mente no alcanza a imaginar.
Recibiste el golpe, la entereza inicial era solo consecuencia de la reacción postraumática y poco a poco vas tomando conciencia de la nueva realidad y asimilando lo que ello significa. Nada de lo que era existe ya, parece duro, (lo es), te guste o no, esa es la verdad.
El fin del mundo se ha adelantado para ti, el mundo que conocías ha desaparecido, tenía que suceder ahora, que tienes las fuerzas para empezar. Un fin significa un comienzo.

La realidad exige
que lo digamos bien claro:
la vida sigue su curso.
Wisława Szymborska (La realidad exige)

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