Hacia tiempo que quería escribir sobre esto, pero no he tenido tiempo, así que no me quedó más remedio que almacenarlo en un rincón de la memoria (que estaba trabajando a pleno rendimiento en otros menesteres y necesitaba el máximo de espacio posible) y ahora que tengo unos días de asueto, he decidido sacarlo de allí.
“De los errores se aprende”, frase lapidaria y aparentemente llena de contenido, fuerza y firmeza, pero yo me pregunto, ¿¿realmente se aprende de los errores?? Yo no se los vuestros, pero los míos no vienen con un folleto informativo en el que se explica el porque ha sucedido y como actuar la próxima vez! “Hola, soy tu error tu error nº15 y has hecho mal esto, esto y esto, y a la próxima deberás hacer esto y lo otro…” por desgracia no vienen así, a veces, simplemente no te das cuenta de lo que estas haciendo mal, normalmente (siempre) te das cuenta tarde y “eso” te tiene enseñar para la próxima. Pero que es “eso” exactamente y como te enseña??
Los animales tienen un código de colores y formas para saber que una planta o animal es venenoso, nosotros tenemos códigos que nos avisan del peligro, como no cruzar en rojo, carteles, señales… pero no todo es tan sencillo o quizá no queremos ver las señales cuando estas aparecen (que lo hacen, pero solemos verlas a posteriori, en frio y cuando ya es tarde).
Cuando tu perro te muerde las zapatillas, te enfadas y le riñes, si no quiere que le vuelvas a reñir y castigar, morderá otra cosa, pero no llegara a entender nunca porque te enfadas más cuando ha mordido unos Louboutin que si muerde las zapatillas de ir por casa (son inteligentes, pero no se hasta que punto llega su capacidad de raciocinio).
Pero y cuando el error no es tan sencillo!? aprender de él requiere un trabajo arduo y costoso, creemos que por haberlo identificado ya esta todo resuelto, ya hemos aprendido (que morder unas zapatillas, no se hace “caca”), pero… y el origen? No solemos cometer el mismo exacto error, (porque nada es igual), pero puede aparecer en otras formas y colores… y acabar siendo como el anterior, hemos pasado del verde al rojo, le rascas la pintura y el fondo… es el mismo! Eso debe querer decir que no hemos dado con la clave, y eso requiere de mucho trabajo. Analizar no solo el error, sino la conducta que nos ha llevado a él y lo más difícil, el porque lo seguimos repitiendo, la mayoría de veces sin ni siquiera darnos cuenta?
No tengo respuesta a ninguna de todas estas preguntas, pero he decidido trabajar más en profundizar en mis propios errores, empiezo a cansarme de tropezar siempre en la misma zanja (por lo menos probar errores nuevos por cambiar un poco!!) y lo más difícil, intentar cambiar la conducta que me lleva a cometerlos.
Y donde esta eso?? Suena muy facil, pero cuando esa forma de actuar parece estar tan dentro de ti que casi te cuesta identificar cuando la estas haciendo… no sabes cuando comenzaste con ella, ni porque, pero al menos has localizado que existe, (aunque aun lo ves un poco borroso y debes seguir acercándote) ya es un gran paso!!
Parece que solo dentro de nosotros mismos esta la respuesta y la misma solución y es alli donde debemos buscar, aunque no siempre queremos verlo, solemos buscar soluciones mas rapidas, sencillas y menos costosas y ampliamos el listado de colores y formas a las que no hay que acercarse porque son “caca” y acabamos simplemente dando un rodeo y … ¡Zas! La zanja!
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