Bueno, bueno, bueno…
El otro día recibí un e-mail diciéndome que mi blog me echaba de menos, porque hacia mucho que no escribía.
La verdad, he estado muy ocupada y el tiempo, ese bien tan preciado, en mi vida ha estado escaseando. Para ser exactos, la cuestión no es el tiempo, son las prioridades.
Así que aquí estoy de nuevo, por supuesto, no solo por haber recibido el email, sino porque tengo algo que decir.
Solo me paro a escribir cuando algo de lo que ocurre a mi alrededor, o me afecta personalmente, me requiere una introspección y reflexión, y utilizo mis palabras como vehiculo para encontrar caminos, soluciones… respuestas.
Bendito sistema!
Como lo que más castiga Dios es la lengua. El destino me requiere que ponga en práctica todas esas teorías que tan bien se me da explicar y sobre las cuales podría escribir tomos enciclopédicos! Temas tales como la valentía a la hora de sentir y expresar, el coraje para enfrentarse a nuestros miedos, la batalla contra los fantasmas de nuestro interior… todo aquello relacionado con vivir intensamente. Tengo matricula de honor en la teoría, soy la mejor para dar consejos, empatizar, analizar, relativizar y dar puntos de vista utilizando la lógica y el sentido común (como dice mi hermana, el menos común de los sentidos)
Y ahora me encuentro con que estoy suspendiendo la práctica!! Pero con cerito redondo!
Así que me estoy poniendo manos a la obra, porque si la empresa vale la pena o al menos así se siente, hay que poner patas para arriba la casa en busca de las armas!
Ha comenzado la guerra! Pero esta guerra en nada se parece a las demás. Nadie morirá en la batalla más que los miedos y los fantasmas, ellos no tienen cabida en los corazones valientes. Esta guerra contra nosotros mismos sólo nos hará más fuertes, más dueños de nosotros mismos y de nuestras vidas.
Cada persona tiene un proceso interno, el mío es lento y silencioso… o yo debo estar sorda, porque lo que parecía un río sin apenas caudal, en menos de los esperado se convierte en un torrente de agua que va anegando todo lo que encuentra a su paso, hasta que las aguas vuelven a su cauce y vuelta a empezar!
Ahora que aun no he muerto ahogada, he decidido abrir poco a poco las compuertas de la presa y no dejar que se llene hasta los topes, provocando una catástrofe de consecuencias dramáticas.
Estoy aprendiendo que las personas somos mayoritariamente fruto de nuestra infancia, de aquello que hemos aprendido, visto y oído, pero toda conducta es subsanable con fuerza de voluntad, una motivación fuerte y ganas de superarse y luchar.
La actitud que tomamos frente a los retros es el 50% del éxito, así que con una actitud positiva, tenemos la mitad del trabajo hecho!
Bien, en mi caso, partimos de la base de que ya tenemos esa mitad, pero la otra… no será tan fácil! No soy tan valiente como me creía, pero asumir eso y quererle poner solución ya es el primer paso. Soy una de tantas “cobardes anónimas”.
No me gusta definirme, pero otra cosa bien distinta es conocer los propios defectos y uno de tantos que tengo es que soy bastante cómoda… en determinados aspectos de mi vida personal, me gusta que otras personas hagan el trabajo de ponerme la red, antes de que yo salte, porque parece lógico no querer romperse la cabeza con el salto.
Pero cuando te encuentras frente a un espejo, o sino tan exacto, frente a tu reflejo en el lago… entonces te das cuenta de que nadie puede trabajar por ti contigo mismo, hay un espacio reservado a ti y solo tu puedes derrumbar ese muro y dejar entrar la luz en la habitación más oscura de tu casa.
Como ser valiente no significa ser camicace, la prudencia te hace ir haciendo pequeños agujeritos en la pared, pero cuando empiezas a ver la luz, sentirla en tu piel y estar totalmente convencida de que es hora de derrumbarla toda, no porque vas a contar con ayuda de otros obreros, sino porque notas que la atmosfera oscura de esa habitación te ahoga. Es hora de coger el martillo y romper la pared con todas tus fuerzas.
Por supuesto, aun estas a tiempo de retirarte, pero… ¿por que? Porque sabes que hay empresas mucho más fáciles de conseguir, en la que encontraras el camino hecho y alguien te pondrá en una bandeja las palabras que tú piensas y sientes pero no te atreves a decir, pero seguirás sin tener la valentía de hacer el trabajo tu solo.
Ahora te encuentras frente a algo que aparentemente te supera, pero sólo aparentemente. Tu madurez te ha hecho pararte a pensar, coger la balanza y sopesar, los pros y contras. En los contras no hay argumentos sólidos, solo miles de excusas, justificaciones, miedos y sombras; en los pros, de momento solo esperanzas… pero que irradian una luz que te invita a seguirlas, a salir de tu caverna, (en la que creías que no estabas) y a construir por ti mismo aquello que quieres, porque no se trata de un capricho. Serás cobarde, pero cuando te mueves, es porque el sentimiento que te mueve a hacerlo es más fuerte, profundo…
Las consecuencias… el destino dirá! Pero siempre será mejor que vivir con el peso de no haberlo intentado.
Como dice Lluis Llach :” Que tinguem sort i que la vida ens doni un cami ben llarg”
Que tengamos suerte y la vida nos envíe un camino bien largo.
Mayo 2008
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